Salidas diarias
Essaouira, ciudad portuaria de la costa atlántica, denominada Amogdul (la bien guardada) en lengua berebere, seguramente por estar tan bien protegida gracias a sus largas murallas.
Essaouira tiene ese aire exótico y a la vez familiar, acompañado por los incesantes graznidos de las gaviotas que sobrevuelan la ciudad. En un primer momento podrá parecer que te encuentras en una ciudad de la Bretaña francesa, sin embargo, una vez traspasas sus murallas es una ciudad infinitamente marroquí.
Su medina es patrimonio mundial de la UNESCO. Pasear por sus blancas callejas interminables te transporta a otro tiempo en un escenario donde nada ha cambiado. Callejeando nos encontramos con los antiguos cañones portugueses alineados en batería frente al océano Atlántico. Sus murallas protegieron a los corsarios del sultán Sidi Mohamed Ben Abadía y más tarde Orson Welles las utilizaría como escenario para rodar su película “Othello”.
No hay que dejar de visitar su viejo puerto conocido por su abundante pesca de la sardina. El color predominante de este puerto es el azul, ya que se supone que los pescadores conocen bien cuáles son los tonos de azul que mejor engañan a las sardinas y así mejorar la captura del día. Aparte de esa utilidad que le dan al color azul, hay que señalar, que ese color da a este paisaje un aspecto muy relajante y espiritual.
Essaouira, además, se está consolidando como un punto importante donde practicar deportes como el windsurf, kitesurf o kayaks.