Si junto a la variedad de sus paisajes tu deseo es el de profundizar en los encantos de nuestra cultura y tradiciones, adentrarte en el desierto, recorrer las principales medinas y mercados del país, disfrutar del ambiente playero de nuestras ciudades de costa, compartir un té con menta, hipnotizarte por las cinco llamadas a la oración desde lo alto de los minaretes de las mezquitas, hacerte un tatuaje con henna y degustar un delicioso plato de la cocina marroquí… con nuestros circuitos todo esto, y más, será posible.
Porque nuestro deseo no sólo es organizar viajes turísticos, sino también proporcionar experiencias que permitan una inmersión auténtica y real en el país que estás visitando.
Con una historia intrincada y variada es inevitable que a lo largo de los años Marruecos haya desarrollado una abundante oferta cultural e interesante.
La Artesanía, Arquitectura, Gastronomía y tradiciones son sólo algunos de los rasgos identitarios que convierten Marruecos en el mejor destino turístico para viajeros con inquietudes culturales que se sienten atraídos por el exotismo y la magia de un país donde la gran mayoría son Imazighen (bereberes) y árabes. Un pueblo de naturaleza amistosa y acogedora tanto para los lugareños como para los que nos visitan, con un gran sentido de la hospitalidad y fuertemente vinculados a nuestras tradiciones, cultura y religión.
El legado arquitectónico en Marruecos es sin duda uno de los atractivos que contribuye a que todo viaje a Marruecos se convierta en una oportunidad para admirar las maravillas artísticas de la arquitectura islámica y las construcciones bereberes tradicionales de adobe en el Sur de Marruecos.
La Artesanía en Marruecos es una peculiaridad de la identidad marroquí y forma parte de nuestro rico patrimonio artístico y cultural, en donde las técnicas manuales son la base de todas las piezas trabajadas, cuya actividad se desarrolla fundamentalmente en pequeños talleres heredados de generación en generación.
La Artesanía marroquí es abundante y variada, y al pasear por cualquier medina o mercado se pueden encontrar todo tipo de objetos y adornos, desde alfombras, babuchas, chilabas, lámparas, mosaicos de azulejos, alfarería, cestería, joyas, complementos de piel, todo ello realizado a mano.
La Gastronomía marroquí se caracteriza por una cocina cuyas recetas han pasado por varias generaciones, y es uno de los aspectos del país que mejor nos representa. A la sencillez en la elaboración de sus platos se une la combinación de los sabores salados y dulces, y la utilización de condimentos y especias.
El plato más conocido es el cúscús, una sémola que se mezcla con diferentes hortalizas. La segunda receta estrella sin duda es el tajín, un guiso de cordero, pollo o pescado, acompañado de verduras y legumbres cocinadas a fuego lento.
Y es que Marruecos a tan sólo un paso de las principales ciudades europeas, gracias a su carácter y personalidad, se ha convertido en uno de los destinos estrella en estos últimos años.
CULTURA
Originalmente habitado por Imazighen (bereberes), Marruecos se convirtió en una provincia del Imperio Romano en el siglo I. Después de sucesivas invasiones, el Islam fue traído por los árabes en el año 670 cuando tuvo lugar la primera conquista islámica.
Imazighen, fenicios, romanos, cartagineses, portugueses, turcos, árabes, españoles y franceses han tenido una gran presencia aquí durante años, así como otra serie de étnias que seguían las rutas comerciales de un continente a otro. Este crisol de culturas y costumbres ha dado lugar al pueblo marroquí del siglo XXI. Con una historia intrincada y variada, es inevitable que a lo largo de los años Marruecos haya desarrollado una rica oferta cultural e interesante. Hoy en día la gran mayoría de los marroquíes son Imazighen / árabes. Un pueblo de naturaleza amistosa y acogedora tanto para los lugareños como para los que nos visitan, con un gran sentido de la hospitalidad y fuertemente vinculados a nuestras tradiciones y cultura.
HENNA
La henna es una de las plantas más apreciadas en Marruecos por sus propiedades medicinales. Es antiséptica, antibacteriana, antimicótica, antihemorrágica, etc., pero además posee cualidades cosméticas y mágicas. Se utiliza para teñir y sanear los cabellos, así como para embellecer las manos y los pies.
La henna forma parte de la cultura popular marroquí, como elemento generador del bien y talismán contra el “mal de ojo” u cualquier otro maleficio. De este modo, participa tradicionalmente en todos los acontecimientos familiares, festivos o religiosos.
El color de la henna natural es verde y cuando se trabaja el resultado del color va desde el naranja al marrón, dependiendo del grosor y la pigmentación de la piel.
Un proverbio árabe se refiere así a la henna:
“Si mis palabras fueran falsas, no te presentaría mi mano teñida de henna”.
TÉ
El té forma parte de la tradición cultural de Marruecos y no hay viajero que regrese a su casa sin haber degustado esta deliciosa bebida nacional.
Se utiliza el té verde mezclado con hojas de menta y azúcar, y se bebe solo o acompañando las comidas.
Es un símbolo de hospitalidad y siempre se ofrece al recién llegado.
Para el ritual del té se usa tetera metálica, vasitos de cristal con bordes dorados y motivos arabescos.
Una vez depositadas en la tetera las hojas de té, la menta y el azúcar, el té se vierte en el vaso, desde una altura considerable, y luego se vuelve a vaciar el contenido del vaso en la tetera.
Esta operación se repite varias veces, hasta que el té empieza a formar una espuma en el vaso. Es entonces cuando se debe degustar.
Se sirve en 3 rondas y se suele acompañar de repostería marroquí, miel, dátiles, pistachos o almendras.
GASTRONOMÍA
La cocina marroquí comparte muchos elementos en común con la cocina mediterránea gracias al intercambio y la influencia que se produjo con el Al-Andalus, por esta razón abundan las verduras, frutas, hortalizas, cereales, frutos secos, aceitunas y el apresiadísimo aceite de oliva.
Los productos son frescos y de primera calidad, mayoritariamente de cultivo ecológico, sin uso de pesticidas, sobre todo cuando nos alejamos de las grandes ciudades y nos adentramos en las zonas rurales.
La gastronomía marroquí, muy ligada a la cultura y a la religión, es un símbolo de identidad que se refleja en la elaboración de sus platos.
Las cocinas son los lugares donde se extrae la esencia de un país: su cultura, clima, economía, relaciones sociales, en definitiva, el carácter y la historia.
La cocina marroquí es muy sencilla y puede presumir de no haber recibido ninguna influencia de origen turco, aunque eso sí, cuenta con influencias bereberes, moriscas y mediterráneas.
El rasgo que sobresale de la gastronomía marroquí es su excelente materia prima de calidad ya que se prepara, principalmente, con ingrediente naturales: verduras, carnes (a excepción del cerdo), pescados (en las zonas costeras), especias y frutas, por lo que la presencia de productos industrializados es prácticamente nula. Y es precisamente ese carácter tan natural, tan local, lo que le otorga el exquisito sabor.
Así pues, con productos naturales que se encuentran en los mercados de todo el país, de las cocinas marroquíes emerge una interesante selección de guisos que han traspasado nuestras fronteras y que hoy en día se incluyen en muchos hogares del resto del mundo como por ejemplo el Cuscús, las brochetas o el Tajíne.
No debemos pasar por alto, otra de las características de la cocina en Marruecos, el uso de lo dulce y lo salado que se hace patente en algunos platos como la Bastela o Pastilla (especie de hojaldre relleno de cebolla, paloma o pollo y almendras), o el uso de dátiles o higos en los platos como el Tajíne o el Cuscús. Y por supuesto los dulces y postres caseros, sin que falte la deliciosa miel.
Otro elemento destacable de la cocina marroquí es la utilización de aceites vegetales como el de oliva y el de argán, de los que Marruecos es un gran productor.
ARTESANÍA
La artesanía es uno de los aspectos de mayor interés y atractivo que puedes encontrar en Marruecos y es una parte imprescindible e indivisible del patrimonio artístico, histórico, social y cultural del país.
La artesanía marroquí ha pasado de generación en generación, de padres a hijos, consiguiendo piezas de gran belleza. Cabe destacar especialmente la alfarería, el tejido de alfombras, los bordados, la cestería, el trabajo en cuero, latón, cobre, bronce, madera, orfebrería y joyería. Como si de los gremios de la Edad Media se tratara, en cada parte del Zoco o mercados se agrupan los verdaderos maestros artesanos y auténticos artistas en sus especialidades
Cada Región tiene sus especialidades y su manera de trabajarlas.
ARQUITECTURA
Marruecos cuenta con verdaderas joyas arquitectónicas repartidas por pueblos y ciudades fruto de una rica historia antigua.
El encanto de la arquitectura marroquí reside en su magia, en el exotismo de sus formas y en la belleza de su colorido Marruecos está impregnado del misticismo y la belleza natural así como por su estilo arquitectónico que ha perdurado con el paso del tiempo.
Los edificios antiguos no han perdido un ápice de su encanto pese a la aparición de modernos edificios de apartamentos y oficinas. De hecho, muchos elementos de esa arquitectura antigua pueden verse en los modernos edificios que se han construido recientemente. Marruecos posee una mezcla especial de estilos arquitectónicos, en la que se funde el estilo Islámico con el África Negra. A través de los edificios más antiguos, podemos encontrar como predominan los principios de la arquitectura islámica.
Puesto que Marruecos ha sido un país que ha pasado por diversas invasiones también es fácil encontrar fortificaciones rodeando a los palacios o campamentos en pleno desierto. El estilo de la arquitectura marroquí es espléndido y muy atractivo.
Algunas de estas características que tienen en común todos los edificios antiguos de Marruecos son los arcos y las cúpulas. Hay hermosos patios rodeados de bellos jardines que completan e integran el lugar.
Los rincones religiosos, como las mezquitas y otros monumentos, también están decorados con caligrafía de estilo Persa e Islámico, que recorre tanto las cúpulas como los arcos. El uso de patrones geométricos también es frecuente y es común en los edificios marroquíes.
Los primeros habitantes de Marruecos fueron los Bereberes. Posteriormente han pasado por el país numerosos invasores que han dejado su sello en la arquitectura del país.
Uno de los estilos arquitectónicos más antiguos aparece en las ciudades fortificadas que se construyeron alrededor del Atlas. Son de línea sencilla y cuentan con fuertes dotados con torres de vigilancia. El arte y la cultura marroquí ofrecen toda su riqueza y esplendor para deleite de los visitantes.
En arquitectura las impresionantes construcciones marroquíes se pueden dividir en aquellos que tienen un carácter religioso, mezquitas, minaretes o madrasas, y civiles, medinas, murallas, puertas y viviendas.
RELIGIÓN
El Reino de Marruecos es una monarquía constitucional parlamentaria con un gobierno elegido.
Nuestro actual rey es Mohammed VI posee poderes ejecutivos y legislativos y además es el jefe religioso del estado.
Marruecos es un país religioso, y el 99% de la población practica la religión musulmana, pero convive perfectamente con otras confesiones
Cada jornada está marcada por cinco llamadas a la oración. El Moaddin es quien las anuncia desde lo alto de su minarete.
- Fajr: amanecer antes de la salida del sol.
- Zühr: cénit.
- Asr: media tarde antes de la puesta del sol.
- Maghrib: anochecer.
- Isha: por la noche
La Mezquita es el centro neurálgico de la religión islámica pero la entrada únicamente está permitida a musulmanes, a excepción de la Mezquita de Hassan II de Casablanca
Horarios de entrada con visita guiada:
- De sábado a jueves a las 9h, 10h, 11h, 12h,15h, en horario de verano también a las 16h
- Viernes 9h, 10h, 15h, en horario de verano también a las 16h
Durante el mes de Ramadán
- De sábado a jueves a las 9h, 10h, 11h
- Viernes a las 9h
La vida cotidiana en el Islam se modifica enormemente en el periodo que dura el Ramadán, en donde los practicantes de la religión islámica ayunan, no beben ni fuman des de la caída del sol hasta el ocaso.
¿Qué es el Ramadán?
Todo musulmán debe cumplir al año el mes del Ramadán, que es el noveno mes del año lunar. Las únicas excepciones son los ancianos, los enfermos, los niños, embarazadas y los viajeros. El Ramadán tiene un duración de 29 días aproximadamente, pero nadie sabe con exactitud cuándo comienza y cuando acaba hasta que lo decide el responsable religioso de la mezquita más cercana.
Nuestros servicios llevan a cabo con normalidad durante todo el periodo de celebración del mes Sagrado, pero ten en cuenta que algunos horarios en comercios, monumentos, museos, guías locales, etc puedan verse alterados.