3 DÍAS / 2 NOCHES
Desde MARRAKECH UNA VUELTA A LAS DUNAS

Después del desayuno, reunión con el guía acompañante a las 8h de la mañana en tu hotel o riad para iniciar el recorrido.

¡Prepárate para ser sorprendido!

Cruzaremos el alto atlas, atravesando el puerto de Tichka a 2260mts de altura, haciendo paradas para contemplar el paisaje y hacer fotografías, ya que se trata de una de las rutas más impresionantes de Marruecos, donde cambiaremos la vegetación de Marrakech junto con las vistas de los palmerales y la cara norte de la montañas, por la aridez del sur, y comenzaremos a observar los primeros poblados de adobe de los bereberes en las faldas de las montañas.

Nos desviaremos para visitar la Kasbah de Ait Ben Haddou, el pueblo fortificado (ksour) mejor conservado y declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO, además de escenario de multitud de filmes.

Después de pasar la ciudad de Ouarzazate, la denominada “puerta del desierto”, seguiremos a través del palmeral de Skoura y el Valle de las Rosas hasta llegar al Valle del Dades, dónde pasaremos la noche rodeados de montañas y valles.

Después del desayuno, seguiremos por las orillas de Boumalne Dades, donde se abre una carretera jalonada de kasbahs y ksours (fortalezas o castillos), cuyo paisaje es de color ocre, rojo y malva. Después de un trayecto lleno oasis y palmeras llegaremos a Tineghir, donde se encuentran las espectaculares Gargantas del Todra encaramadas a 1.350 m de altitud y rodeadas por un palmeral.

Continuaremos hacia Erfoud (ciudad de los fósiles) y tras pasar un tramo de pistas llegaremos hasta Merzouga, frente a las dunas de Erg Chebbi, donde cambiaremos nuestro vehículo por los dromedarios, que nos conducirán hasta el campamento para pasar la noche en haimas y disfrutar de la magia del desierto bajo un manto de millones de estrellas.

Cena típica a ritmo de tambores bereberes.

¡Esta será sin duda una noche mágica!

Quien lo desee, puede levantarse temprano para ver salir el sol desde las dunas y no perderse la oportunidad de contemplar un amanecer que en pocos lugares se disfruta como en éste.

Después del desayuno, nos despediremos de las dunas y regresaremos con los dromedarios hasta el lugar donde nos espera nuestro vehículo para retomar la ruta hacia el Valle del Draa, el oasis más grande de Marruecos.

Paradas para contemplar las encantadoras kasbahs de adobe y aldeas bereberes que salpican la ruta y las interesantes formaciones geológicas del Valle.

Llegada a Marrakech por la tarde, traslado a tu hotel o riad para disfrutar de un merecido descanso o continuar con las visitas.

FIN DE NUESTROS SERVICIOS.

Os deseamos un feliz retorno a casa, y nos vemos pronto de nuevo en Marruecos, inchallah