Essaouira es una pequeña ciudad fortificada bañada por el Atlántico situada a 180 kilómetros al oeste de Marrakech, declarada patrimonio de la humanidad en 2001 y tradicionalmente conocida con el nombre de La perla del Atlántico.
En Essaouira se pueden degustar deliciosos manjares de pescado con especias y verduras sofritas. Merece la pena probar el célebre pescado fresco de la bahía.
La Medina o lo que es su centro histórico, el barrio judío de Mellah y la Kasbah forman parte de la antigua ciudad amurallada.
Tiene callejones bastante estrechos en los cuales encontraremos varias y muy buenas tiendas de artesanía y exóticos cafés, perfectos para detenernos unos minutos y descansar mientras tomamos un exquisito té.
También conocida como «La ciudad de los vientos» gracias a las corrientes que soplan durante todo el año, Essaouira es un edén para los que practican deportes náuticos como surf, windsurf o kitesurf.
Justo en el extremo suroeste de la Medina, el puerto de Essaouira está constituido por varios colores delirantes e imágenes atractivas, como son sus varias barcas de color azul intenso.
Es muy visitado por turistas pero también por innumerables gaviotas, un tanto traviesas y astutas, que aprovechan cualquier descuido para «robar» a los pescadores algún que otro pescado.
El color predominante de este puerto es el azul, ya que se supone que los pescadores conocen bien cuáles son los tonos de azul que mejor engañan a las sardinas y así mejorar la captura del día.
Aparte de esa utilidad que le dan al color azul, hay que señalar, que ese color da a este paisaje un aspecto muy relajante y espiritual.
Las pequeñas barcas y las redes multicolores son un plano perfecto y un hermoso escenario para los amantes de la fotografía.