El oasis del Valle del Draa es el más grande de Marruecos extendiéndose desde un poco antes de Agdz hasta un poco después de Zagora, con casi 100 km de longitud y anchuras variables que en algunos puntos pueden superar los 5 km.
Todo el Draa está salpicado de numerosos ksur y kasbahs dispersos a lo largo de todo el valle. Está cultivado en casi la totalidad de su superficie, aunque en los últimos años, tras la construcción de la presa de Ouarzazate, el caudal ha disminuido y el agua se distribuye por estrictos turnos de riego.
El Valle del Draa es la zona de mayor producción datilera de Marruecos. El recorrido por la orilla izquierda del Draa es absolutamente recomendable (sobre todo en octubre, cuando la recogida de los dátiles) y es el que ofrece la visión más variada y completa del valle.
El palmeral y las aldeas bullen de vida y todos se afanan en sus tareas diarias: labrar la tierra, lavar la ropa, recoger agua, ir al zoco. La recogida de los dátiles es un espectáculo sorprendente, debido a la sabiduría, agilidad y precisión con que la se realiza.